1984-85 Dejamos al propio interesado que cuente qué le pasó… su mano tiene las señales de aquella historia. «Esto sucedió cuando jugábamos en primera división y teníamos que ir al País Vasco, Asturias y me parece que también a Burgos, creo que en la temporada 84-85. Lo que sucedió es que hice una entrada por el extremo y cuando estaba en el aire un jugador, (me parece que era el hermano de Juanón de la Puente) del Avilés o del Avilesina, … me desestabilizó y caí de cabeza (el gol subió al marcador) pero puse la mano y me rompí el dedo pulgar saliéndose el hueso. Del pabellón me llevaron al hospital de Avilés y me dijeron que no me atendían ya que la federación asturiana de fútbol les debía mucho dinero, nosotros alegábamos que pertenecíamos a la federación nacional de balonmano pero así todo no me quisieron ni atender, así que tuve que ir a un centro de monjas donde me dieron calmantes y me vendaron hasta que llegué a Santander y ya aquí me tuvieron que operar en dos ocasiones. De ello se enteró José María García y me llamó al hospital pero estaba en el quirófano y no pude atenderle…» Roberto Río

1984-85 Dejamos al propio interesado que cuente qué le pasó… su mano tiene las señales de aquella historia. «Esto sucedió cuando jugábamos en primera división y teníamos que ir al País Vasco, Asturias y me parece que también a Burgos, creo que en la temporada 84-85. Lo que sucedió es que hice una entrada por el extremo y cuando estaba en el aire un jugador, (me parece que era el hermano de Juanón de la Puente) del Avilés o del Avilesina, … me desestabilizó y caí de cabeza (el gol subió al marcador) pero puse la mano y me rompí el dedo pulgar saliéndose el hueso. Del pabellón me llevaron al hospital de Avilés y me dijeron que no me atendían ya que la federación asturiana de fútbol les debía mucho dinero, nosotros alegábamos que pertenecíamos a la federación nacional de balonmano pero así todo no me quisieron ni atender, así que tuve que ir a un centro de monjas donde me dieron calmantes y me vendaron hasta que llegué a Santander y ya aquí me tuvieron que operar en dos ocasiones. De ello se enteró José María García y me llamó al hospital pero estaba en el quirófano y no pude atenderle…» Roberto Río